“El hombre se alejó de su origen espiritual, desconociendo y violentando el orden natural, ha roto el tejido de la vida y se cree superior. La ambición de los poderosos está cavando la tumba para toda la humanidad y la falta de conciencia del pueblo les permite hacerlo. Reconocemos que se viola el orden natural si nos alejamos de lo espiritual. No caigamos en la indolencia, ceguera o en un analfabetismo económico y social, por lo tanto; NO es natural la Masacre social y el Exterminio Indígena, luchemos mancomunadamente por el Buen Vivir de nuestros Pueblos”
La pandemia marca en la espiral del tiempo un llamado a la humanidad que ha confundido el horizonte. La incertidumbre, una de las principales realidades generadas por el virus, pone de presente la necesidad de reflexionar por el sentido de la vida y nos invita a afrontar con decisión cambios profundos, transformadores.
Se ha perdido el equilibrio en el mundo que nos fue heredado de los ancestros. Se hacen visibles los límites del modelo depredador capitalista, el agua, el aire y la tierra se agotan; las desigualdades sociales salen a la luz, sin que haya duda sobre cómo la oprobiosa riqueza de algunos pocos, las genera; la violencia se ensaña con quienes guardan la memoria, la identidad, la semilla: caen las mujeres, los líderes y lideresas, los niños y niñas bajo el yugo de la guerra mafiosa, víctimas de la desarmonización y el orden social que impone unas relaciones desiguales y autoritarias que pretenden justificar actos de vergüenza; se cuestiona su relación como especie con todas las otras especies y la naturaleza; hoy es más nítido ver las contradicciones entre lo individual y lo colectivo, y comprender que, para asumir lo que viene es imperativo consolidar las condiciones para el BUEN VIVIR.
Cuando afirmamos que, nuevamente, estamos enfrentados al genocidio y que volvemos a levantarnos y a defendernos con dignidad, con fortaleza espiritual y bajo la acción organizada como movimiento indígena, nos referimos a la lucha por la PERVIVENCIA.
Es común oír que la pandemia nos toca a todos, en un sentido esto es cierto, no obstante cuando acercamos la lupa vemos que no todas y todos los colombianos tenemos las mismas condiciones y posibilidades para hacerle frente. En el caso de los pueblos indígenas como lo ha señalado el Relator Especial sobre los derechos de los pueblos Indígenas de Naciones Unidas2, entre otros actores, estamos en un alto grado de vulnerabilidad producto de factores de carácter histórico, estructural y coyuntural, generados por el avasallamiento, la exclusión y la precariedad encarnada en diversas políticas sociales, culturales, económicas y ambientales que nos impusieron los invasores, los regímenes coloniales y republicanos y hasta nuestros días, aquellos que responden a la dinámica del actual sistema capitalista.
528 años de lucha continua por el reconocimiento de nuestros derechos ancestrales y el respeto a la identidad, nos ha permitido ir cambiando esta realidad a lo largo de los siglos, pero persisten el racismo, el despojo, la discriminación y la desigualdad estructural porque están profundamente ancladas en la mentalidad colonialista de toda la sociedad. En cuanto al goce efectivo de nuestros derechos, sabemos que se ven seriamente afectados por la guerra, el narcotráfico, la corrupción, la economía extractivista y regímenes que buscan desmontar estos derechos antes que ampararlos, cumplirlos y ampliarlos.
En medio de todos estos fuegos nos encontró la pandemia y ha habido un verdadero abandono institucional de este gobierno frente a los requerimientos, propuestas, necesidades, denuncias y llamados hechos por los pueblos y naciones indígenas, por otros sectores sociales, por el Ministerio Público y por la comunidad internacional para que se generen estrategias diferenciales y efectivas que nos permitan garantizar condiciones para el confinamiento y la atención de la pandemia.
De manera que, desde el 25 de Marzo al 2 de Julio del presente año, hemos desplegado nuestros conocimientos ancestrales y capacidades, siempre exigiendo al Estado y al Gobierno que cumpla con sus obligaciones, para que la respuesta a la crisis se haga desde el respeto a los derechos y no desde la restricción de los mismos, con garantías para la cuarentena y una mayor democracia real, que significa que las medidas se tomen a favor de las mayorías y no de las minorías privilegiadas, un camino contrario al que ha enarbolado el gobierno de Duque y la mayoría de los gobiernos locales.
Ahora que, el mundo se alista para aceptar como parte de la realidad, la permanencia de este virus por un largo período de tiempo y seguramente, de no lograr cambiar el rumbo, la aparición de otras pandemias, entre las que cabría mencionar la guerra, afirmamos: los pueblos ancestrales somos actores claves en la construcción de nuevas realidades sociales que puedan responder a esta perspectiva, actuando desde una democracia pluricultural, con un orden social en el que la justicia sea la base para asentar la anhelada paz, en el que se pueda restablecer la convivencia con la naturaleza y reconstruir el vínculo con lo sagrado.
Estos 100 días nos han enseñado varios caminos en esta dirección y nos disponemos a seguir fortaleciéndonos acorde con los principios de UNIDAD, TERRITORIO, CULTURA y AUTONOMÍA, bajo la guía de nuestros Mayores (as), Sabedores (as) y Autoridades espirituales, quienes han orientado que en esta situación global de la pandemia, marca el camino para VOLVER AL ORIGEN a los pueblos y naciones indígenas.
Para dar cuenta de los aprendizajes alcanzados y desafíos, la ORGANIZACIÓN NACIONAL INDÍGENA DE COLOMBIA – AUTORIDAD NACIONAL DE GOBIERNO INDÍGENA presenta en este documento la situación actual de los pueblos y naciones indígenas frente a la pandemia, describe los principales impactos que esta crisis ha generado en la vida de las comunidades y proyecta los retos en un contexto de expansión territorial del contagio, así:
- 1. Logros y aprendizajes a partir del Plan de Contingencia para la Contención-Aislamiento y Atención para los pueblos y naciones indígenas de Colombia frente a la actual emergencia de salud, organizado por la ONIC – Autoridad Nacional de Gobierno Indígena e implementado a partir del 25 de marzo pasado,
- 2. Situación actual de la Pandemia en pueblos y naciones indígenas.
- 3. Nuevas realidades y estrategias propias frente a la crisis humanitaria y de salud.
- 4. Retos y desafíos.
Lea aquí el informe completo Situación de los Pueblos Indígenas_frente_a_la_pandemia 100 días